Hoy es el Día de la Mujer, no me felicites. ¡Apóyanos!

Womens' Day Día de la Mujer

La mayoría de mujeres queremos disfrutar de nuestra maternidad, somos conscientes de lo rápido que nuestros se hacen mayores, queremos verles crecer y estar a su lado cuando nos necesiten. La política, la sociedad, las empresas no facilitan esta faceta de la mujer, sino todo lo contrario. Y, para intentar llevar nuestra maternidad y carrera laboral de la mejor manera posible, o al menos, disponer de algo más de flexibilidad, algunas de nosotras decidimos emprender nuestro propio negocio.

Cierto es, que la decisión de emprender para una mujer y, además, madre, está llena de obstáculos, algunos que ya conoces, y otros que irás descubriendo durante tu viaje. Por ello, considero que debemos luchar con un objetivo muy claro: Igualdad entre hombres y mujeres, en todos los sectores de la sociedad.

Desde el mismísimo principio, quiero dejar claro que sobre este tema me refiero siempre a generalidades, mujeres y hombres tipo, la mayoría en nuestra sociedad. Obviamente, ¡hay casos excepcionales! pero son eso, excepciones.

Diré que somos las mujeres quienes renunciamos, uno de los verbos que considero que más resume nuestra circunstancia. Copio, a continuación, la definición de renunciar de la RAE:

  1. Hacer dejación voluntaria, dimisión o apartamiento de algo que se tiene, o se puede tener.
  2. Desistir de algún empeño o proyecto.
  3. Privarse o prescindir de algo o de alguien.
  4. En algunos juegos, pasar (no entrar).

Si lo aplicamos directamente a la cuestión de la que hablamos:

  1. Dejación voluntaria, («voluntaria», porque no te queda otra), dimisión de tu puesto de trabajo para atender a tu/s hijo/s y/o madre/padre. Apartamiento de la posibilidad de ascender en tu carrera. O bien, apartamiento de tus hijos, dejándolos unas 9 horas al día en manos desconocidas y viéndolos únicamente para hacer las obligaciones rutinarias, sin poder disfrutar como ambos merecéis.
  2. Desistir tu carrera profesional, abandonar todos los esfuerzos realizados hasta entonces. O bien, dejar el empeño que suponen los cuidados y atenciones de tu/s hijo/s, ellos si son el mejor «proyecto» de tu vida.
  3. Privarse o prescindir de tus metas, tus aspiraciones laborales. O bien, de las personales, de tener hijos, de disfrutar tiempo de calidad y en cantidad con ellos.
  4. En el “juego” laboral, pasar, ni quisiera “entrar” a buscar un trabajo mejor, que te satisfaga, donde se te valore, porque sabes que es incompatible con tu/s hijo/s y prefieres seguir donde estás. O bien, en el “juego” de la maternidad, pasar, por obligación, no por deseo, de acompañar a tu/s hijo/s en su crecimiento, como realmente quisieras.

Le pueden llamar de otro modo para que no suene tan negativo, priorizar, anteponer, elegir… cómo quieran, pero la renuncia a algo,  a una parte de nosotras, está siempre  presente. Desde el momento que no puedes seguir con tu carrera laboral porque te conviertes en madre, o desde el momento que no puedes estar con tus hijos porque tu trabajo no ofrece un ápice de flexibilidad… ya estás renunciando a tu otra faceta.

 ¿Cuántas os sentís identificadas con estos significados? ¿Cuántas os veis representadas en alguna de estas definiciones?

Las mujeres trabajamos dentro y fuera de casa. Quien lo hace sólo dentro “no trabaja”, se le mira de un modo despectivo, y viene juzgada como de “menor nivel”, incluso vaga, mantenida… Porque lo de juzgar, sin tener ni idea de la historia que hay detrás de cada persona, ¡se nos da genial! Y quien trabaja fuera de casa, sobreentendido queda que también lo hace dentro, en muchas ocasiones llega a su trabajo cansada de todas las tareas del hogar, de la responsabilidad de dirigir y administrar a su familia, de dormir poco y mal, de tener que pensar en todo y en todos… Pues ella también es juzgada, “¡si no se entera de nada, donde tendrá la cabeza!”

Lamentablemente, muchas mujeres son las primeras en criticar, juzgar y sentenciar, en vez de sentir empatía hacia otras que han pasado por su misma situación, o parecida. Son tus primeras detractoras, también actúan con mentalidad machista. ¡Cuánto detesto esa envidia y competitividad que deambula en el sector femenino!

La mujer ha salido de casa para incorporarse al mundo laboral, ¡estupendo! un gran avance. Pero el hombre, ¿ha entrado a participar en las tareas del hogar? En la prehistoria, los hombres salían a cazar, a buscar comida, defendían a sus mujeres y familias, y las mujeres se quedaban en casa a cuidar de los niños y atender la cueva, ¡hasta se repartían más equitativamente las tareas! Actualmente, con miles de años de distancia y un cerebro más desarrollado, se supone, hemos ido marcha atrás.

¿¡Aún somos cavernícolas!? Si la mujer “ha salido de la cueva” pero el hombre no ha entrado, ¿alguien me puede explicar cómo se compatibilizan ambas situaciones? ¿Con conciliación? What?! ¡No existe!

No se valora el trabajo de la mujer, ni fuera ni dentro de casa, se valora menos que el de los hombres. Por suerte, hay cosas que han cambiado, cierto, aunque en otros países las muneres sigan sin tener ningún derecho, pero nuestra sociedad no ha evolucionado lo necesario, queda muchísimo en lo que hay que progresar por todas las mujeres del mundo. La ciencia, la tecnología, la comunicación, han avanzado, pero no la mentalidad de la sociedad. Qué disparatado, ¿no?

La carga familiar y del hogar recae sobre la mujer. Las tareas domésticas y su gestión son de su responsabilidad, se encarga de organizar, dirigir y administrar todos los aspectos de su familia, está en edad de ser cuidadora de los pequeños y los mayores, carga con el peso y responsabilidad de pensar en todo y en todos. Y dicen, ¡tienes que delegar! Pero si lo haces, muchas veces el resultado es perjudicial para tus hijos. La falta de responsabilidad, compromiso, madurez, interés por la otra parte, no te permite sentirte relajada. Los horarios escolares, tampoco ayudan en la coordinación de las faenas, no están adaptados a los laborales. Si trabajas por cuenta ajena, la reducción de jornada es la única opción que te ofrecen para conciliar. ¿Eso es realmente conciliar? ¿Cuántos hombres solicitan reducción de jornada al convertirse en padres? Ejem… Este “apaño” no nos permite ascender en nuestra carrera profesional, con razón, la mayoría de los altos cargos de las empresas son hombres. Los de 40-55 son los que ocupan cargos de mayor responsabilidad, porque son los que han ido haciendo carrera y ascendiendo, algo que la mujer ha cortado de raíz desde el momento que se convirtió en madre. Ellos no tienen años en blanco en sus CV, aunque muchos tampoco tienen años llenos del colorido que regalan los hijos. Y si la mujer trabaja por cuenta propia, decisión de muchas mujeres en su intento de poder gozar de más libertad, parece que no trabajas porque estás en casa, ¡en fin!… 

Los hombres de entre 30-35 años, solteros, casados, con o sin hijos son excelentes candidatos en entrevistas de trabajo. Sin embargo, las mujeres de esa misma edad, son vistas negativamente por su gran posibilidad de quedarse embarazadas, y si ya son madres, y además, con hijos pequeños, pueden suponer muchas ausencias.

Las hábitos pasados siguen estando muy presentes. Muchos aspectos tradicionales siguen siendo habituales, sigue existiendo una gran diferencia entre los roles asumidos por hombres y mujeres, aceptamos los guiones  de toda la vida. Ni siquiera entraré en comentar la imagen de la mujer en la publicidad, la televisión, del tener que estar siempre perfecta… y lo que me asusta por los efectos tan perjudiciales que produce en muchas niñas, adolescentes y jóvenes. En general, llegar a todo y encima siempre con la sonrisa puesta. Esa presión social que nos persigue, causante del sentimiento de culpabilidad que todas las mujeres y/o madres sufrimos muy frecuentemente.

¿Y esas diferencias en salario, cargos de responsabilidad, títulos universitarios…? En general, las mujeres son más numerosas que los hombres en la universidad y obtienen mejores resultados. Entonces, por qué hay menos incorporaciones al mundo laboral y hay peores condiciones para las mujeres? ¿Por qué esa “brecha salarial” entre un mismo puesto ocupado por un hombre o una mujer?

Los hombres no deben ser condescendientes, también deben luchar y apoyarnos, ¿acaso no tienen hijas, hermanas, madres, parejas… Hombres, padres, ¿esto es lo que queréis para vuestras pequeñas, vuestras mujeres, esa compañera de vida, madres, sobrinas, primas, amigas? Y si tienes hijos, chicos, tienes una gran responsabilidad, edúcales cómo quisieras que ellos trataran a tus hijas, hermanas o madres. Se necesita compromiso por parte de todos, no lo dejéis pasar, sencillamente, porque os va bien que sea así.

Mujeres, debemos luchar por nosotras, por las antecesoras que pelearon hace años y gracias a las cuales, hoy disfrutamos de más derechos que ellas. Por ellas, que no podían opinar, ni ir a la universidad, ni votar, ni divorciarse, ni tener una cuenta en el banco, ni conducir, ¡ni nada! Debemos luchar por las mujeres sucesoras, por nuestras hijas, sobrinas, nietas, para que sean más respetadas y se les muestre la consideración que merecemos ¿Y qué me decís sobre los casos extremos? Miles de mujeres sufren una terrible violencia machista, violencia psicológica y física, que les reduce y humilla hasta hacerles insignificantes para ellas mismas. Esos países donde las mujeres no tienen, absolutamente, ningún tipo de derecho ni libertad. ¡Intolerable, inadmisible! No podemos mirar hacia otro lado, nosotras, que podemos hacerlo, luchemos por ellas.

Este es un movimiento global, que afecta a todo el mundo. ¡Esto no va sólo de “cuatro locas feministas radicales”! Va de ellas, sí, y de todas las mujeres, mujeres reales, mujeres a las que quieres, mujeres que sufren, mujeres de todos los niveles y de todos los sectores. Desde las altas élites hasta las más humildes, porque el machismo se sufre en todos los sectores y clases de la sociedad.

Personalmente, no quiero que mis hijas sufran a causa de esta desigualdad, (aunque sé que les tocará porque hay mucho que cambiar…) pero no puedo quedarme de brazos cruzados, no me puedo callar. No lo hacía antes de ser madre, ahora simplemente, no soy capaz de dejarlo pasar. ¡Que no te silencien!

¿Te parecen suficientes motivos para reivindicar? Suficientes no, ¡demasiados! Hoy, Día de la Mujer, y todos los días, ¡apóyanos!

“She who overcomes her fears will truly be free.” – Edna Pontellier

“There is no force more powerful than a woman determined to rise.” – W.E.B. Dubois

“I do not wish women to have power over men; but over themselves.” – Mary Shelley

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