Viajar con tus hijos es de lo mejor que puedes ofrecerles.
Estas razones harán que te animes a viajar en familia.
Si eres de los que amamos viajar, no creas que ese espíritu aventurero va a desaparecer por el hecho de tener hijos. Esta, como otras pasiones, te van a seguir volviendo loco. Eso sí, al convertirnos en padres, hay un antes y un después (como en todo lo demás) y, simplemente, hay que adaptarse a esa nueva condición de nuestra maternidad y paternidad: el mejor viaje de nuestra vida.
Si, por el contrario, eres de los que prefieren estar en su “zona de confort” durante las vacaciones, seguir con las mismas comodidades, no cambiar demasiado su rutina o temen preguntas cómo: ¿y dónde te llevas a los niños estas vacaciones? Te convenceré de que viajar con tus hijos es uno de los regalos más grandes que puedes hacerles.
En dos años y medio que tiene mi hija, cuántas veces he escuchado las típicas frases: “¡Para qué viajas con ella si es muy pequeña! No se va a acordar de dónde ha estado, aún no se entera, etc…” A esta edad, aún no lo recordará, pero sean cual sean los años de nuestros hijos, estas vivencias quedan grabadas inevitablemente en su ser.
Yo pregunto, ¿por qué besamos y abrazamos a nuestros hijos?, ¿por qué los llevamos al parque, al cine, a museos..? ¿Por qué les miramos mientras duermen, si no se enteran? En general, ¿por qué les cuidamos, en todos los sentidos?
No hacemos esto, y muchísimo más, porque lo vayan, o no, a recordar. Simplemente, lo hacemos porque les queremos, nos sale solo y queremos darles lo mejor. Todo ello va a formar parte de su carácter en la adolescencia y en la edad adulta. La infancia son los cimientos de la vida, es una etapa que tiene un gran peso en la formación del ser humano. Nos desarrollamos psicológica, emocional, social, intelectualmente… y lo que vivimos durante nuestros primeros años, irremediablemente, nos marcará para el resto de nuestra vida. Del mismo modo, viajar modela la personalidad de nuestros hijos y la nuestra misma.
Hace unas semanas, tuve el placer de ser ponente de una charla sobre «Viajar en familia» con la colaboración de Smartmum e Ikea Zaragoza. Os comento algunos puntos de los que hablé en la misma. Estos 10 motivos (¡que comprenden muchos más!) te convencerán para viajar con tus hijos y, además, ¡disfrutarlo! 😉
Sigue leyendo, te aseguro que no te dejarán indiferente:
1. Viajar es aprender.
Ya sabes que los peques aprenden muy rápidamente y de todo lo que les rodea. Tienen una gran capacidad de aprendizaje, por tanto, ¿por qué no aprovechar los viajes para ampliar sus conocimientos?
Estoy segura que recuerdas mucho mejor los lugares que tú mismo has visitado o las experiencias vividas, que las que «te ha contado un amigo», ¿verdad? En los niños sucede lo mismo, por lo que que viajar es un gran momento para enseñarles in situ. Por ejemplo, enséñales geografía mientras organizas la ruta de vuestro viaje. Practica cálculo al hacer el cambio de Euros a Dólares, Pesos, Bahts… Biología cuando visitas una reserva natural. Historia cuando visitas ciudades o pueblos con antiguos vestigios. Arte al visitar algún museo adecuado para su edad. Orientación cuando hacéis una excursión por la montaña. Idiomas, ¡cómo no! al hablar con gente del lugar y escuchar sus historias, comentarios, preguntas… despertará su interés por aprender otras lenguas. En resumen, pueden aprender cultura, que engloba lo ya enumerado y mucho más, en cualquier situación. ¡Estas “esponjitas” son muy espabilad@s, ¡aprovechemos a enseñarles durante los viajes!
«Not all classrooms have four walls. No todas las clases tienen cuatro paredes.»
2. Despierta su curiosidad e interés.
Los niños iniciarán, si no lo han hecho ya, a mostrar interés por nuevas culturas, personas, lugares, alimentos, idiomas… Todas estas novedades serán fuente de inspiración para que les llame la atención todo aquello a lo que no están acostumbrados.
Si ya han comenzado a hablar o son más mayores, les encantará aprender algunas palabras en el idioma del lugar que visiten. Podrán enseñárselas a sus amigos a la vuelta y revivirán momentos de su experiencia con vosotros al compartirla con los demás.
Personalmente, adoro hablar con los “locals”, la gente del lugar, y conocer su opinión sobre su propia cultura. Conocer su mundo en primera persona a través de sus protagonistas. Muchísimo mejor que la primera fila delante de la tele, superior al 3D, en versión original, sin filtros… ¡auténtico!
3. Vivir con menos cosas y más momentos.
Hacer esos instantes especiales, disfrutar realmente de los momentos que estamos viviendo, del «aquí y ahora». Aprendemos a cuidar todo mejor, siendo conscientes de que no llevamos toda la casa con nosotros. Sabemos apreciar lo que tenemos, cuando ves la pobreza extrema con tus propios ojos, te deja huella. Sea lo que sea, si lo ves tú mismo, te «toca» más y te ayuda a valorar lo realmente importante. ¿A que es diferente ver ciertas imágenes de penurias por la tele cuando, simplemente, puedes cambiar de canal? No aconsejaría llevar a niños pequeños a determinados países en condiciones extremas, solamente, vivir durante las vacaciones con un par de juguetes, menos ropa y pocas cosas, en general, les ayudará (y a nosotros también) a entender que no necesitamos todo lo material y valoraremos más lo inmaterial. De hecho, los bebés y niños más pequeños ya lo hacen, ¡lo que más quieren es nuestro tiempo! pequeños grandes sabios…
«Collect moments, not things.”
4. Enseña importantes valores.
Nos enseña a ser más tolerantes con “lo diferente” y respetuosos hacia los demás, ya sea por su condición, color de piel, nivel social, trabajo, estudios, etc. Al conocer su realidad, podemos sentir más empatía por los demás y nos podemos poner más fácilmente en su situación. Nos enseña a ser más generosos, al ver con nuestros propios ojos las pésimas condiciones de vida de muchas personas, incluído niños. Aprendemos a ser humildes y sentirnos afortunados por lo que tenemos, pero a la vez, a no ser conformistas y querer mejorar y llegar más lejos; aprendemos que, con esfuerzo, se puede. Viajar es un gran ejercicio de reflexión y humildad, y un estudio sociológico global.
Vivir en tu propia piel ciertas experiencias, te marca, y no en vano, te hace recapacitar sobre cómo es tu vida y la de los demás. Viajar hace bien a grandes y pequeños. Te enseña a ser bueno cuando y con quién debes, y lamentablemente, también aprendes a no serlo tanto con quién no lo merece.
5. Es el regalo más completo que puedes hacer a tus hijos, tu mejor inversión.
Viajar con tus hijos es una de las mejores cosas que puedes hacer por ellos. Viajar en sí, significa aprendizaje, y si, además, lo hacéis juntos, no puede ser más positivo.
Es la experiencia más completa que existe; pasáis todo el tiempo juntos, sin obligaciones diarias, podeís descubrir lugares a la vez, probar comidas nuevas, visitar lugares desconocidos, aprender a todos los niveles y disfrutar de un sinfín de momentos inolvidables. Todo estos beneficios se reflejan en la personalidad de tus hijos.
Cada viaje es una novedad, una vivencia que descubrir, una aventura por vivir. Es una experiencia única que se guarda en nosotros para siempre, viajar no nos deja indiferentes.
Viaja como un juego, como una aventura, ¡en realidad, lo es!
«Travel is the only thing you buy that makes you richer. Viajar es la única cosa que compras y te hace más rico.»
6. Estrecha lazos con tus hijos.
Cada viaje es una experiencia única que se guarda en nosotros para siempre, es una oportunidad única de crear recuerdos fantásticos y experiencias inolvidables en nuestros hijos. Los padres somos moldeadores de la vida de nuestros hijos. Principalmente, gracias a las vivencias que compartimos, ellos van formando su personalidad.
En los viajes tenemos tiempo libre y podemos compartirlo con la familia. ¡Aprovéchalo, exprímelo, nunca más va a volver! No es «un día más», es un día menos.
¡Desconecta de móvil! y desconéctales a ellos también. Personalmente, no soy partidaria de dejar el móvil a los peques; y en los viajes, aún menos. ¡Déjales disfrutar de la vida real!
Paisajes paradisíacos, mar cristalino, montañas infinitas, fauna y flora diferente… solamente disponéis de esas novedades durante unos días, ¡aprovechadlas, os ofrecerán mucho más que una pantalla!
7. Vive y descubre a través de sus ojos.
Descubre una nueva perspectiva de ver el mundo. Quizás ya lo haces, o ni siquiera te has parado a pensarlo, pero tener hijos es una gran oportunidad para, de algún modo, “volver a ser niño”.
Rememora junto a ellos esas mágicas sensaciones de libertad, sorpresa, curiosidad, miedo… Los niños no entienden de horarios, se maravillan por cualquier pequeño detalle, ríen por cualquier motivo, sonríen a cualquiera sin importarles su condición social, observan y recuerdan todo minuciosamente..
Acompáñales en su inicio de comprensión del mundo, en su curiosidad, aprovecha la oportunidad y recupera la fantasía con todos tus sentidos, ¡es maravilloso! ¡Tenemos tanto que aprender de nuestros hijos!
Cada pequeño paso es un gran descubrimiento, ¡celébralo junto a tu hijo! Esa inocencia, pureza, no tienen estereotipos, es la magia de la sencillez donde ellos encuentran felicidad, diversión e ilusión. Contempla el mundo como sólo los niños saben hacerlo y déjate guiar, ¡te sorprenderás!
Es una pena, pero vamos perdiendo esa esencia por el camino… Lamentablemente, personas con las que te vas cruzando en tu vida, te la hacen perder un poquito cada vez. De todos modos, si tu naturaleza es “limpia”, seguirá así para siempre.
8. Forma su personalidad con una mente más abierta.
Al viajar, tus hijos tendrán más confianza y seguridad en sí mismos, aprenderán a ser pacientes. Les ayuda a ver la diversidad como algo normal, jugar con niños con otro color de piel, que hablan otro idioma, no poder “comunicar” propiamente como nosotros hacemos, aunque para ellos, no hay barreras con el lenguaje. Los viajes generan una nueva actitud ante la vida y hacia los demás.
Todas las experiencias vividas generan un gran impacto en su educación y personalidad, y forma parte de su desarrollo social y emocional.
Los niños no entienden de ideas preconcebidas y, a nosotros, nos ayuda a olvidarnos de prejuicios e intentar entender el porqué de ciertas cosas. Estamos acostumbrados a lo que nosotros hacemos, a lo que hace la gente de nuestro alrededor, a vivir como lo hacemos, pero no solo existe nuestro modo de vivir.
¡Hay todo un mundo allá fuera por descubrir!
9. Prepara a tus hijos para la vida, no prepares la vida para tus hijos.
¡No, no se puede crear una vida perfecta para ellos! Aunque los padres querríamos hacerlo para protegerles y que no sufrieran, siento deciros que está muy lejos de la realidad. Sin embargo, viajar por el mundo es muy valioso y les enseñará a saber desenvolverse en ciertas situaciones que no le ocurrirían estando siempre en su misma ciudad, con nuestra ayuda, con sus amigos de siempre, en lugares conocidos, etc.
Es muy importante conservar las raíces (si son buenas y positivas), pero es primordial saber reaccionar antes ciertas circunstancias, adaptarnos a nuevas realidades, estar en otros entornos… Durante un viaje pueden ocurrir muchos imprevistos, sabremos adaptarnos frente a ellos y ser más flexibles. Habiendo vivido nosotros mismos estas experiencias, aprenderemos importantes lecciones de vida.
10. No renuncies al placer de viajar, ¡compártelo con tus hijos y será aún mejor!
Tener hijos no es sinónimo de dejar de viajar, pero como todos los cambios que hay en nuestra vida al convertirnos en padres, viajar también cambia. Es importante asumir que mientras nuestros hijos sean pequeños, tendremos que hacerlo de un modo que se adapte a su edad y forma de ser.
Considérate muy afortunado por poder vivir con ellos momentos inolvidables fuera de vuestro entorno habitual, eso sí, cada día cuenta, estés donde estés, así que no te olvides de disfrutar cada momento aunque no estés de vacaciones.
¡Disfruta del momento, disfruta del viaje! – Enjoy the trip!
¿Motivad@ para ponerte ahora mismo a preparar tu próximo viaje? A tu vuelta, ¡me apuesto que tu visión sobre viajar con tus hijos habrá cambiado! 😉
“Que tus HIJOS no te corten las ALAS para recorrer el MUNDO, volad JUNTOS, antes de que quieran hacerlo solos.” – Susana Ramírez
¡Comparte tu experiencia viajera con nosotros!
By Susana, Mamidiomas.